lunes, 6 de enero de 2014

Cuéntame otro cuento

Shalakabula

Había una vez en un país muy muy lejano un pequeño pueblo que se llamaba Shalakabula. Shalakabula no era un pueblo como las demás. Shalakabula era especial, algunos de sus habitantes, la mayoría, eran magos.

En este pueblo tan lejano reinaba el Rey Bob. Bob estaba casado con la mujer más guapa del reino. Eran la pareja perfecta de enamorados, y eran queridos por todo el pueblo. Lo único que les faltaba para que su amor fuera perfecto era tener una niña.

Pasaron los meses y la reina se quedó embarazada. Era tan grande la emoción que se hizo una gran celebración en todo el reino. Pasados los 9 meses nació la pequeña Emil. Emil fue creciendo en palacio junto a su madre y a su padre. Era una niña feliz de enormes ojos azules y cabellos negros. 

Pero un mal día de Diciembre la Reina se puso muy  enferma cuando estaba elaborando una pócima. Viendo que le quedaba poco tiempo hizo llamar a su hija. La reina le dijo a su hija que no aguantaría mucho más, y que estaba muy orgullosa de ella y en lo que se había convertido. Entre lágrimas y el último suspiro de la reina, apareció en la mano de Emil un colgante donde colgaba una varita mágica y un libro.

Al pesar de que Bob quería mucho a su hija y estaba muy triste por la muerte de su esposa, necesitaba un hijo varón para que le sucediera en el trono y que supiera de magia para poder gobernar el reino como se merecía. Pero tras la muerte de su mujer necesitaba buscar a otra reina. Esto no fue fácil para él pues no veía a ninguna igual de guapa y de perfecta que su mujer. Al final, pasaron los años y el Rey se casó con la hechicera del pueblo.

La hechicera no era muy querida por el pueblo. Desde que ella estaba en palacio las cosas iban peor en la ciudad, había más pobreza y lo poco que ganaban los magos iba destinado a palacio. Lacrue que así era como se llamaba la hechicera no soportaba a Emil, ya que Emil intentaba por todos los medios que su padre se separara de Lacrue. Lacrue cansada ya de Emil la hizo un conjuro de la obediencia. Este hechizo consistía en que Emil tenía que obedecer todas las órdenes que le mandasen, sin poder hacer nada para remediarlo.

Todas las órdenes que Lacrue le mandaba a Emil eran malas, siempre le decía que hiciese cosas como insultar a la gente que trabajaba en palacio, o ensuciar todo e incluso robar a su propio padre.

Así pasaban los días de Emil. Así que una mañana, Emil ya cansada de todo aquello, decidió salir de palacio para encontrar a un gran mago que pudiera quitarle aquella maldición de su madrastra. Emil salió de palacio sin decir nada a nadie, porque Lacrue le había dado la orden de que no podía hablar con nadie que viviese allí en palacio.

Lacrue cuando se enteró pensó que Emil cansada de su hechizo no volvería más a palacio por lo que le dijo al Rey Bob que su hija había desaparecido y que se la encontraron muerta en el bosque.

Mientras tanto Emil paseaba por los bosques de Shalakabula. Por el camino, Emil se hizo amiga de un duende pequeñito y muy simpático que había salido de su aldea en busca de aventuras. Emil le contó a Monk, que así era como se llamaba el duende,  todo lo que sucedía y que se encontraba por allí en busca de un mago que pudiera quitarla aquella maldición de su madrastra. Al contarle esto Monk decidió acompañar a la princesa en su viaje.

Pasaron días y días en busca de un mago que pudiera quitarle la maldición, pero ni uno era lo suficientemente bueno como para solucionar su problema. Un día, cuando seguían caminando Emil y Monk se encontraron con tres grandes ogros, de casi dos metros y medio de altura, nariz gordota y unos dientes muy feos muy feos. Los ogros secuestraron a Emil y Monk, con la intención de cocinarlos en una gran olla que allí tenían, pero de repente aparecieron 7 grandes caballeros a cada cuál mas guapo a lomos de sus escobas mágicas.

Después de una pequeña lucha con los ogros liberaron a Emil y Monk. El más pequeño de los 7 hermanos les preguntó a Emil y Monk que qué hacían por allí solos, que estas tierras se habían vuelto muy peligrosas desde hacía un tiempo. Emil les dijo que no tenían donde quedarse que desde hacía un tiempo iban dando tumbos por el bosque. Al oír esto los hermanos se reunieron para hablar del tema y finalmente decidieron que Emil y su amigo se podrían quedar con ellos en su cabaña mágica del bosque a cambio de que ella y Monk les ayudase en sus tareas. Emil estaba tan contenta que no sabía como iba a agradecerles todo lo que hacían por ellos.

Esa misma noche se preparó una gran cena en la cabaña para los nuevos inquilinos. Durante la cena Emil les contó a los 7 hermanos porque se encontraba por el bosque y porque llevaba días dando tumbos. Al terminar de contar la historia uno de los hermanos, el más mayor, le dijo que él había sido un gran mago pero que hacía mucho tiempo que no ejercía y que necesitaría un tiempo para encontrar la solución a su problema, pero que estaba seguro que antes o después la encontraría. Al terminar de cenar, Monk les preguntó a los hermanos que a qué se dedicaban ellos. Jul que así era como se llamaba el más pequeño, les dijo que antes vivían de la tienda de magia que tenían en la ciudad donde vendía libros de hechizos, pócimas, varitas mágicas, etcétera, y que también tenían una pequeña escuela de magia donde Huuk, su hermano mayor, y él daban clase a los más pequeño de la ciudad, pero que desde que Lacrue estaba en palacio todo iba mal. Lacrue había prohibido a todo el mundo que utilizara sus poderes y que una cuarta parte de lo que ganasen los habitantes de Shalakabula tendría que ir destinado para ella. Jul continúo contando y les dijo que desde que todo aquellos ocurría en Shalakabula que salían casi todas las noches a robar comida de los jardines de palacio para dárselo a los más pobres.

Emil no podía creer todo lo que estaba escuchando y lo engañada que los tenía Lacrue, haciéndoles creer que todo estaba bien. Emil les dijo que le ayudaría en todo lo posible pero que hasta que no le quitasen la maldición no podría ir a palacio a hablar con su padre. Monk mientras les dijo que podrían contar con él para ayudar al pueblo y que el podría ayudarles a curar sus heridas porque el era médico en su aldea y sabía muchos trucos.

Y así fue como fueron pasando los años con los intentos de Huuk por quitarle a Emil la maldición, y con los hermanos junto con la ayuda del duende robando en palacio para ayudar a los más pobres. Pero una mañana llegó Rod, uno de los hermanos, corriendo y herido  a la cabaña en busca de ayuda y les dijo a los que allí estaban que habían arrestado a sus otros hermanos que esa noche les había acompañado.

Emil se puso muy nerviosa al escuchar la noticia porque uno de los que estaban encerrados era Jul, el hermano del que ella estaba enamorada. Emil le dijo al más mayor que era ahora o nunca, que necesitaba que le quitase esa maldición para poder ir a palacio y salvar a sus hermanos y que si hiciera justicia de una vez.  Huuk se concentró, y unos cuentos polvos por allí, unos cuantos polvos por allá, y patatín patatán la maldición desapareció.  Emil saltó de la emoción hacia Huuk y le abrazó con todas sus ganas. Y sin perder el tiempo cogió una escoba mágica y fue volando a palacio.

Emil entró a palacio y se encontró con su padre y Lacrue, esta estaba paralizada pues pensaba que Emil nunca volvería. Bob no reconocía aún a su hija. Emil llegó como loca gritando y se dirigió a su padre diciéndole: Papá soy Emil, tu hija.  Tenéis que liberar a los presos que habéis arrestado esta noche pues ellos lo único que hacen es ayudar a la ciudad de los castigos de esta bruja que tienes al lado. Bob asombrado de todo lo que estaba pasando dijo: ¡tienes que tener respeto a la reina mujercita! Y más respeto aún a mi hija que hace años que falleció. Emil triste de que su padre no la reconociera, sacó el colgante que su madre le había dado y se lo enseño diciendo: Papá soy yo Emil, tu hija, ¡mira! Hace mucho que me fui pero fue por culpa de Lacrue que me tenía bajo sus hechizos y nunca estuve muerta, te engañó igual que a todos. Lacrue enfadada se levantó y dijo: ¡Bob no la creas! Es una impostora. Lacrue pensado aún que Emil estaba bajo sus poderes la mando que se fuera para nunca volver y que se perdiera por el bosque. Al ver que Emil no obedecía se puso tan furiosa que empezó a gritarla. Bob había reconocido ya a su hija, y se abalanzó sobre ella y le dio un abrazo con todas sus fuerzas y la pidió perdón por no haberla reconocido antes y por haber creído a Lacrue.

Finalmente, los hermanos que estaban arrestados fueron liberados, Lacrue fue encarcelada, Monk se mudó a palacio y le dieron una medalla honorífica por haber cuidado de Emil, la ciudad volvió a ser como era antes, una ciudad alegra y divertida en el que todo el mundo recuperó la vida que tenía antes y lo más importante, los 7 hermanos volvieron a montar su tienda y su escuela de magia  y Emil con la bendición y el permiso de su padre se casó con Jul, futuro Rey de Shalakabula.



"Shalakabula" es una adaptación de "La doncella y los 7 bandoleros". Esta adaptación va dirigida a niños de 7 u 8 años. Lo que hemos adaptado del cuento ha sido el lugar, ya que la historia está ambientada en un lugar ficticio, en este caso en un lugar cuyos habitantes son magos. Otra de las adaptaciones es a lo que se dedicaban los 7 hermanos que en esta ocasión son vendedores y profesores, también, en la adaptación los hermanos saben desde un principio quién es Emil. En esta adaptación también tiene un papel muy importante Lacrue a la que nombramos varias veces. El resto de variaciones son mínimas y van en relación con la historia que estamos contando, y en cuanto al resto del argumento a permanecido sin variaciones ya que me parecía adecuado dejarlo tal cual estaba.

1 comentario:

  1. Está casi perfecto. Falta que expliques qué pretendes conseguir cambiando la ambientación a un mundo mágico. No se trata solo de que a ti te guste más, sino que debes relacionar los cambios con la edad de los lectores.

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